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EL DISCO DE LA ABUELA de Juan Carlos Villalba

1)  ¿Qué dice la canción Abu..? - preguntaba yo  No se…mi amor…no se - contestaba emocionada.  ¿Y entonces porque lloras?  Tampoco lo se – decía – y se quedaba mirando a lo lejos, mientras me acariciaba entre melancólica y feliz.  Esta escena se repetía casi todos los domingos en casa de la abuela cada vez que ponía a sonar su disco preferido. Aquella música y esa voz maravillosa que cantaba en un idioma por entonces extraño para mí, me sugería  imágenes surrealistas, una especie de   pájaro inexplicable que cambiaba de formas y colores, según el momento y el tono de la melodía. Pero…              Porque lloraba la abuela..? Porque muchas veces terminamos abrazados y lagrimeando..? Que poder tenia aquella música para conmovernos de esa manera..? Durante muchos años me lo pregunte. 3)   Con el tiempo, convertido en adulto y amante de la música clásica, supe que aquel idioma era el francés, que aquella mujer de voz insuperable era María Callas, que el aria que

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Héctor Freire: Poemas


Héctor Freire nació el 10 de diciembre de 1953 en Buenos Aires, ciudad en la que reside, la Argentina. Es Profesor en Letras por la Universidad de Buenos Aires. // Por Rolando Revagliatti

OBSTINACIÓN POR EL REPOSO


“Pero la Belleza se muestra y no se dice.”
Roland Barthes


La cortina de árboles que el invierno desnuda
crea en el encuadre una identidad
más “rigurosa” que “natural”:
sutil camafeo óptico que no está presente
en lo que la mirada construye,
sino en lo que ésta rechaza.

Sin embargo, esa masa vegetal
desea lo que representa:
cierta austeridad neutral
que hace de la simple y fina imagen
el signo de un paisaje más complejo.

Sin duda, el prado, los árboles y los animales
no suman más que una pequeña parte de mi deseo,
dicen ese tiempo difícil: el presente
como una memoria confusa.

Sin obligación de exactitud esa fotografía
en su obstinación por el reposo
me ensancha, me exagera.


*


DIÁFANO E INSONDABLE *



El íntimo silencio precipita en dilatada
eternidad sobre la tarde, un estanque que
se muestra apacible e impenetrable
como roca de agua. La vieja esfinge
“que no se ve sino a sí misma”.

Ante el roce del viento entre las ramas secas,
los simulados árboles “muestran”
las paradojas de la luz y se traicionan a sí mismos:
pronto caerá el día tras las sombras de las hojas.
Y un claro resplandor se esparcirá más allá
de la opaca mansedumbre de las copas.
En luminosa tensión, las nubes tejen
una red para cazar pájaros.

—¡Qué despacio se apaga el sol a la distancia!—

En alguno de sus posibles sueños
yace un verano perdido,
uno de esos que los frutos atesoran
para saborear en el futuro.
Sin embargo, en ese “paisaje demorado”
todo llega demasiado tarde.
Mientras tanto, los días se suceden vacíos,
y el viento desprende un perfume a nada.
Y nada se mueve.



* El estanque viejo (1917), Fernando Fader.



*


LA APARIENCIA DEL DEVENIR *


La belleza de ese árbol, aislado por el efecto de la luz
tiene algo de ruina de piedra, de fósil florecido:
dicho paisaje estimula una relación con el tiempo,
crea una mirada y resta ambigüedad a la vista.

En la humildad de ese “acto”, la emergencia de lo visible
es condensación de lo que huye,
un instante en devenir interno.

“La política” de la luz radica en la sensualidad de los detalles,
actúa lo inaparente silenciado. Y presenta su paradojal evidencia:
nadie recuerda que es ella la que nos hace ver.





* Melocotonero en flor (1888), Vincent Van Gogh



*


POR AMOR A LA SIMETRÍA *



El amarillo de los follajes
como suspendidos, sin espesor,
no estorba la transparencia del aire.
En cambio, amarillas, con el amarillo
más luminoso, las hojas llueven
desde las ramas más altas.
En forma de abanico, su prepotencia cromática
cubre la insípida superficie del lago.
En este paisaje todo parece espontáneo,
pero todo está calculado;
la construcción de una naturaleza
que la mente pueda dominar, y donde
lo pequeño crea la ilusión de lo grande:
un haiku hecho de colores, luces y hojas
que marca el cruce de dos dimensiones:
la perpetuidad de lo vegetal
y el tiempo sucesivo de las palabras
que germinan, se secan o se pudren.




* Sobre una escena del film “Primavera, verano, otoño, invierno…y primavera”,
de Kim Ki-duk.



*


SATORI


a Osvaldo Picardo

“Quien pinta la luz, retrata el tiempo.”
Andréi Tarkovski



En Plaza Mitre, al mediodía,
la luz ofrenda un vacío santo
que reposa en el rosal fatigado
de tanta lluvia soñada.
Sin embargo, un bordado de invisible tensión
vuelve frágil ese gesto emocional del verano.

En Plaza Mitre, al mediodía,
todo es sombra constelada de luz
y todo brilla.
El tiempo avanza y retrocede en el rosal:
—y siempre intriga la regularidad
de sus pequeños movimientos—.
Su sueño dejó de ser una sucesión,
ahora es una situación,
como la de una ola arrebata al mar.

En Plaza Mitre, al mediodía,
la realidad de la luz
es una hipótesis de la imaginación:
el tiempo muerto de un instante impersonal.



Mar del Plata, enero de 2007


*


EL PRIMER SOL DEL DÍA *



Una ráfaga de luz abre un agujero
en la red del tiempo:
esa sucesión inevitable habituada a la carencia,
a los cuerpos ligados de la noche
que no cede a los reclamos del día.

Aletargada en una lenta ceremonia para nadie,
la oscura memoria recurrente de la lluvia
ha envuelto al frío en una fina brasa.

Ahora, los ritos del agua sobre la madera
depositan el otro tiempo de los astros.
Una hermosa superficie en la piel del ojo
agazapa una falsa definición:
otras identidades de lo abierto
ondulan sobre sí mismas en el anillo
del cielo que es puente y caricia.
Obstinada partícula de luz que sostiene
un sistema de sombras trazando su propio
ideograma de nube más sutil que el aire.

Solamente siendo fuego
la realidad de este paisaje dejará de tener sed,
para convertirse en jubilosa danza de agua.



* Amanecer con monstruos marinos, J. M. W. Turner



*
Entrevista realizada a través del correo electrónico: en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Héctor Freire y Rolando Revagliatti.

*
http://www.revagliatti.com.ar/991209.html
http://www.revagliatti.com.ar/olivari.html
http://www.revagliatti.com.ar/fotos_olivari.html


Para contactarnosescobarlarevistadigital@gmail.com

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