De “Cripta de amor”
I
Nadie es el otro. Nada importa saber qué piensa y por qué había llegado hoy allí.
Toda idea fue previa. Ahora la única inquietud sitia la expresión de los labios semiabiertos. ¿Cómo saben los besos?, ¿con qué frecuencia se rozan o se alejan?, ¿cuál es el punto en que los propios rasgos desvanecen en mullidos impactos? Una tenue presión más y el encuentro de lenguas, es el momento de un giro sinuoso e imprescindible de los cuellos, cóncavo y convexo. Acompasados.
Sólo labios sin cuerpo, sólo lenguas sin voz, sólo ritmos alientados por respiros.
Abrir y cerrar. Hacia adelante un desfiladero de ráfagas que intentan espiarse. Como ojos, imaginan las líneas aplastadas de los rostros e intentan tomar distancia para abrir la mirada. Pero se alargan: caer y sostener para volver a caer y sostener. Dos en la multitud, dos aleteos de palomas sobre un cable a la espera del vuelo. Dos en un vuelo sin cielos, arrumbados, bajotecho.
Persiste la inquietud por saber el sabor de los besos. ¿Vendavales? ¿Salitre? ¿Miel de pétalos? ¿Aromas de glicinas? Ajenjo. No hay sabor en los besos transmutable en esencias.
Danza de ensalmos. Algo quebró y se aúna para embestir una y otra vez: ¿quién es? ¿quién soy?.
No hay sabor en los besos y sin embargo nada está quieto, todo es asombro, nuevo.
boca: entrada, agujero, orificio, hueco, raja, grieta, rendija, jeta, abertura, tragaderas, salida, pico, embocadura, fauces, tragadero, bocacha, hocico, labios, morro, bocaza
Diccionario de sinónimos y antónimos. Espasa Calpe.2005
Para nada y en soledad extrema
con el único afán
de profanar insignias
hubo quien ideó el primer criptograma
para nada ni nadie
a ras del suelo
En este instante
me ciñe por los flancos
y un suspiro amargo imanta los alientos
puja médanos
con labores pacientes
de intemperie y viento
bajotecho
Para nada
una sobre otra
dentro de
Ciertos sabores me llegan encubiertos por las reminiscencias del recuerdo, atados a las circunstancias, a los preparativos -quién, cuándo, cómo presentaba los alimentos-. Comer era una fiesta. Y sentarse a la mesa un ritual habitado de palabras y risas. ¿Tienen edad los paladares? Hay días en que hasta mastico sin ganas, es como si la saliva empastada lijara mi garganta; y ese vacío en el estómago que debería alertar al apetito, se niega por la sed, una sed insaciable que distorsiona todos los sabores.
Labios sin cuerpo
sobre piernas
que alegan algún vago estertor
se abren
como fauces
De “Ejecuciones”
el olfato ondula
entre los vestidos que conservan la fragua
de los aromas íntimos
y me traiciona
el sabor del café
oscila por el borde de la taza
y refiere a los sellos de la boca
sobre el esternón
y me traiciona
el discurso de un andar constante
bajo sauces sombreados
evoca pasillos maullidos vidrios rotos
escritos llantos desesperos
vanidades
y me traiciona
el erizo cautivo
se resiente
se niega al alimento
se encrespa y se contrae
cuando el único peligro es la huída
cuando la única certeza es la ansiedad
y me traiciona
la estela
enaltece con ráfagas
aristas que devuelve el sueño:
mejillas en roce
cinturas trenzadas
piernas en arco
ensalmos placidez
y me traiciona
son una niebla espesa
que transmuta en desprecio
cualquier rastro de amor
**
a contrapelo
cabalgamos llanuras
desiertos estepas
cima y sima
nos elegimos viento
flameamos entre mástiles
proas y popas
enaltecimos al agua
y aplacamos al polvo
por las terrazas y los terraplenes
por los sinuosos senderos de las villas
a la hora de la siesta
escandalizamos el meneo de las hamacas y los barriletes
con alas de gaviotas
y temblor de palomas en celo
fuimos viento
herederos
del miedo a las catástrofes
fuimos giro torbellino ímpetu
trashumancia
huérfanos
del tibio arrullo
previo
al sueño profundo
nos elegimos viento
para deambular
por ciudades oscuras
a medianoche
y desprender sin pudores
las vestiduras del paisaje
ingenuos e ignorantes
nos elegimos viento
dónde virar
cómo reconocer
encontrar
***
esas estampas
por detrás
son huellas?
hubo pies territorios rutas
allí entre las madejas?
los residuos que deprenden aromas nauseabundos
contienen algo más que abandonos y muertes?
fiel a los hilos de
deshacer las tramas
y desatar los nudos
atraviesa lo enmarañado
a paso lento
se encauza hacia el plácido sendero de sus ojos
e interroga
queda algo por decir?
en medio de las sombras que se desperezan
sobre un haz oblicuo de la lámpara
al ras del vaho extendido por las hojas del tilo
encima de los paños que ondulan la terraza como fantasmas
en frente del ocaso en el que la ciudad se aletarga
y nos devuelve las voces de los niños allí abajo
los cantos de los obreros que penden de una soga
el crujir de los carros y las bocinas
las sirenas
las cortinas de agua
todavía
queda mucho por decir
los sitios de la espera y el desencanto
debieron haberse poblado de palabras
los gestos de su pulgar en mi mejilla
debieron haberse poblado de palabras
las bocas entrelazadas en los besos
debieron haberse poblado de palabras
el sudor el cansancio el llanto la traición la cobardía
debieron haberse poblado de palabras
cada país habitación suelo lecho manta
que nos atravesó distanciados vacíos tristes extraños
debieron haberse poblado de palabras
las tenues nevadas sobre las acacias
el sopor del asfalto en los eneros
los zorzales y tacuaras en pugna por tan solo una rama
debieron haberse poblado de palabras
los aeropuertos las estaciones y los equipajes
testigos permanentes
debieron haberse poblado de palabras
por los bálsamos del sol al mediodía
por los túneles del miedo y las retaguardias
por los escondites que gestaron y dieron a luz estigmas de esperanza
por las voces desperdigadas en soliloquios
y por todos los espacios del desencuentro
aún
queda tanto
por decir
**
dispone sus manos
blancas pequeñas de uñas cortísimas
sobre las hojas
en movimientos opuestos hacia afuera
las recorre
como si fueran las yemas
-no el índice ni el pulgar-
las portadoras de llaves
que con rasgos prolijos gráciles y equilibrados
abrirán puertas
en medio del silencio y los desechos
dispone sus manos
y con sólo dos gestos
traza los límites: ya no más inocencias
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, María Pugliese y R. R., enero 2014.
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