Ir al contenido principal

Destacados

EL DISCO DE LA ABUELA de Juan Carlos Villalba

1)  ¿Qué dice la canción Abu..? - preguntaba yo  No se…mi amor…no se - contestaba emocionada.  ¿Y entonces porque lloras?  Tampoco lo se – decía – y se quedaba mirando a lo lejos, mientras me acariciaba entre melancólica y feliz.  Esta escena se repetía casi todos los domingos en casa de la abuela cada vez que ponía a sonar su disco preferido. Aquella música y esa voz maravillosa que cantaba en un idioma por entonces extraño para mí, me sugería  imágenes surrealistas, una especie de   pájaro inexplicable que cambiaba de formas y colores, según el momento y el tono de la melodía. Pero…              Porque lloraba la abuela..? Porque muchas veces terminamos abrazados y lagrimeando..? Que poder tenia aquella música para conmovernos de esa manera..? Durante muchos años me lo pregunte. 3)   Con el tiempo, convertido en adulto y amante de la música clásica, supe que aquel idioma era el francés, que aquella mujer de voz insuperable era María Callas, que el aria que

IT PUBLISHES YOUR WRITINGS // Publica tus escritos

To publish in this space, send his works specifying name and surname, locality and country by e-mail to: escobarlarevistadigital@gmail.com
Matter: My Poem or My Story
INDISPENSABLE: To include a brief biographical review to avoid the plagiarism

*********************************
Para publicar en este espacio, envíen sus trabajos especificando nombre y apellido, localidad y país por correo electrónico a: escobarlarevistadigital@gmail.com
Asunto: Mi Poema o Mi Cuento
IMPRESCINDIBLE: Incluir una breve reseña biográfica para evitar el plagio

TRADUCE...

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Gabriel Impaglione : Poemas

Gabriel Impaglione nació el 15 de enero de 1958 en Villa Sarmiento, partido de Morón, provincia de Buenos Aires, la Argentina. Reside en la ciudad de Lanusei, provincia de Ogliastra, isla de Sardegna, Italia. // por Rolando Revagliatti


Marx y Heráclito
A Oliviero Diliberto

Trazar la parábola y abarcar el mundo.
No fundaremos el partido dos veces.

Pero hay hambre y hay lumbre.
Seremos capaces de entender el canto del río?



Codicia

Diluvio de óxidos donde barca alguna salve nada
agua roja de tajo de cañón y de billete
agua roja para la amapola y los grillos
agua roja para el niño y la mujer y para el río
sobre todas las casas y los campos
sobre cada paloma y cada palmo de ay y de socorro
un diluvio caliente de óxido con hueso quemado
sobre tierra dividida sobre manos caidas
colibríes peces algodón manzanas
sobre cada refulgencia ahogada en sí misma
sobre silencio fragmentado y alertas inútiles
sobre las hojas de los diarios impunes y los impunes
sobre las huellas en la arena y la hierba de las plazas
un diluvio caliente de terminante óxido
alzando vapor de hachas bocas rotas
sobre el viento de piedra de maquinaria negra
sobre refugios llantos refugiados
diluvio caliente de terminante óxido oxidófago
que completará la nada hasta que polvillo luego
como larga noche lenta y muerta
se acumule espeso brutal lleno de dientes
asfixie el sueño del humus borre cauces
grietas senderos cada vestigio de la historia
hasta establecer su gobierno de oquedades
el hueco de la metáfora destruida.

Noviembre

Solo
frente a la ventana
habla
y medianoche

como si un arpa
pulsara ese hombre
suave calladamente inmóvil
delante de la lluvia.


del invierno

al galope
en bestia invisible

por debajo de las puertas
su manifiesto escrito
a punta de cuchillo.



Aspasia


Perendecas lavadas en el sudor del sumo
sacerdote del lucro
sueñan como soñaba la bella Aspasia

ganarse no su pan sino su Pericles
y de hetaira a vivir como Señora
con sirviente y sin frío

Ya ves
nada ha cambiado.



Traías una música en el pelo
y te miraba
como a una maravilla atravesando el tiempo
de una punta a la otra de la tarde

sin palabra
con sorbito de aire
apenas con lo puesto quieto te miraba

qué podía importarme la razón del eclipse
Marx una traducción de Quasimodo el viento
perdido en el follaje

venías con esa música en el pelo
y alrededor no sé no lo supe no me importaba
si se mecía el tiempo.


Final

Antes del primer revoltijo de polvo y piedra
del silbido in crescendo del metal quemado
del corazón saltando hacia la urgencia
y la pupila absorta previo al corte de luz
y la alarma las colas el pan de ayer y las calles
rotas de basta desoido antes de los himnos
televisados las arengas desde los megáfonos
las solemnes marchas patrióticas y los viejos
abrazados al miedo que les mordió la infancia
antes de los niños con porqué al vacío
y la clandestinidad de los compañeros
de los discursos de hemoshechotodoslosesfuerzos
antes del gran silencio de los diarios y del grito
de los pobres sobre el surco envenenado antes
del desesperado intento de comenzar de nuevo
de la implantación del toque de queda
de las manifestaciones y los asesinatos
antes del trabajo roto y el hambre creciente
desbordado como un río de huecos negros
mucho antes de los pactos secretos la fiesta
de la casta todopoderosa la indiferencia
como peste en el aire el gran sueño americano
y los créditos fáciles el gran circo romano
mucho antes de cuotas vidrieras vacaciones
cuando se movían ejércitos lejanos hablaban
prepotentes los dueños de todo y un viejo
anunciaba lluvia tardía como en los años treinta
mucho antes que todo esto sucediese
te había dicho, mi amor, no hay dos sin tres,
la tercera guerra será su último gran negocio.

*****
En la Ciudad de Lanusei, Isla de Sardegna, Italia, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, distantes entre sí unos diez mil kilómetros, Gabriel Impaglione y Rolando Revagliatti, 2014.

http://www.revagliatti.com.ar/040712.html
http://www.revagliatti.com.ar/040712_impagli.html


Antología en La Revista

Comentarios

Entradas populares